viernes, 16 de abril de 2010

La Malos olores ambientales: un problema con solución

Los Estudiante de la IEU San José y demás entes que padecimos en nuestro entorno un problema de malos olores lo sufrimos con resignación. Sin embargo hoy las cosas cambiaron, las cosas no tienen por qué ser así, No más... Junto a los niños de primaria se entonaron canticos y gritos de: No podemos respirar... Injusto estudiar así... Hemos callado por mucho tiempo...

A través de nuestra web Pedimos la intervención de la administración municipal y una pronta solución.

Los malos olores ambientales, provocados por diversas actividades (industriales, explotaciones de ganado, depuradoras, vertederos, etc.) son un tipo de contaminación ambiental. Aunque no llegue a ser tóxico, un mal olor es un agente contaminante, que provoca malestar, molestias respiratorias, alteraciones psicológicas, etc. Lo cierto es que los malos olores afectan al bienestar y la calidad de vida de las personas. Y a este respecto, la Organización Mundial de la Salud es muy clara: si hay malestar, hay un problema de salud.

No hay que resignarse

El consumidor afectado por un mal olor puede actuar para combatirlo. Ante un caso de una actividad que genere mal olor (lo que legalmente se podría considerar una actividad molesta), Se recomienda a los afectados seguir los siguientes pasos:
- Reunir a todos los ciudadanos afectados: la unión hace la fuerza, y más en estos casos.
- Acudir a la Administración Municipal para que éste solicite al causante que haga un estudio olfatométrico o bien consigan la autorización para realizarlo, aun por cuenta de los vecinos. El estudio olfatométrico permite tener datos objetivos, a la vez que establece la fuente del problema y sus posibles soluciones.
- Si el estudio revela la existencia del problema la administración Municipal no lo remedia, los ciudadanos deben formular su denuncia.
- Si los intereses de los ciudadanos se ven lesionados por la Administración (por ejemplo, por omisión de las autoridades) pueden dirigirse al Defensor del Pueblo.
- En última instancia, los afectados tienen la posibilidad de acudir a los Tribunales.

A menudo, la solución del problema es más sencilla de lo que parece: un cambio o un mayor control en los procesos, cubrir o cambiar la orientación de algún elemento de la instalación generadora del olor, puede mejorar sensiblemente un problema serio. Es un ejemplo más de contaminación y no hay por qué resignarse: todos saldremos ganando.

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